miércoles, 23 de diciembre de 2009

Saludos

felicidades, feliz año nuevo, feliz año ¡ viejo! , pasenla bien, diviertanse y no se zarpen demasiado... si es que creen en esto de las fiestas y los fines y los comienzos, pues entonces ¡ a festejar!...
Yo siempre fui un verdadero renegado y una noche buena del año '88 decidí pasarla solo... sin dudas fue un momento de profunda tristeza, estaba encerrado en un diminuto departamento bebiendo cerveza y quería demostrarme que era muy fuerte o algo así... pero cuando oí el brindis y los saludos a través de una ventana cercana me invadió una angustia tan loca que me dio vuelta como una media, así que al rato salí desesperado a la calle a buscar a alguien y no había bondis y llamaba de un teléfono público y no encontraba a nadie... esa noche comprendí que no tenía buena madera para estar solo y por más que sigo descreyendo de la existencia de Papá Noel quedé colgado de alguna lamparita de arbolito navideño bajo el poder incomparable de la imaginación de un sicópata y la devoción colectiva añejada dentro del roble religioso y su liturgia...
Como decía, tuve que aceptar el hecho de que debía festejar obligatoriamente, así que en más de una ocasión me entregué de manera furiosa a las fiestas bajo la batuta de diferentes alucinógenos... con resultados dispares...
A las 8 de la mañana del 1 de Enero de 1995, me crucé con una pompa fúnebre en la esquina de mi casa... corrí enloquecido de felicidad plena y comencé a golpear el auto que llevaba el cajón al grito de ¡ FELIZ AÑO NUEVO, FELIZ AÑO NUEVO!... el cortejo huyó despavorido, mis acompañantes también... pero vaya paradoja que a las dos cuadras nos volvemos a cruzar y esta vez intentaron pisarme... con toda razón... en fin, estaba imparable...
Esta es sólo una cañita voladora para despedir el año, si es que existen los años...
¡ FELIZ AÑO NUEVO VIEJA ! que ande todo más que bien

Juannnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn

23 de diciembre del 2009